Aquel día una niebla densa y seca lo cubría todo. A finales del otoño unas pocas caprichosas se mantenían atadas conservando esos colores que tanto nos gustan ; lo cierto es que eran las menos, las más, yacían pasto del viento como alfombras multicolores, acolchando cada paso y lo único que quedaba era soñarlas de nuevo de vuelta a sus respectivas ramas. Así, con tanto árbol pelado, hubo que tirar de teleobjetivo para intentar rescatar algo aprovechable y esto es lo que salió.
He procurado intensificar los colores y desvanecer líneas para intentar dar presencia a las verdaderas protagonistas. Ya me contareis qué opinais
f22 ISO400 0,5s 70mm
Un resultado sorprendente, me ha gustado mucho Andrés. Saludos desde Cantabria.
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ResponderEliminarMuchas gracias Germán! en éste tipo de condiciones se encuentran como tu bien dices momentos sorprendentes. Y contando con las tecnologías de procesado actuales lo único que hay que hacer es potenciarlo. Un fuerte abrazo.
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