Siendo mi mujer riojana tiene delito que hasta hace bien poco no conociera la Sierra de la Cebollera. Sin duda un entorno plenamente cromático si se coge en un gran momento de un gran otoño (Vamos!, todo lo contrario al de éste año). Sin embargo el lugar te acoge al son del agua, siempre corriente y abundante, repleta de bolas de granito y vistiendo luminosos colores a ambos márgenes a pesar de no haber sido un buen otoño. Sólo queda ponerse a caminar hacia las cascadas de Puente Ra, ruta como dijera aquel "fácil, sencilla y para toda la familia". Lugar que sin duda visitaré en próximas ocasiones.
Para las tomas mi inseparable polarizador para realzar los tonos otoñales y eliminar reflejos indeseados en el agua y cómo no, trípode.
f22 0,3s 20mm ISO400
f22 2s 19mm ISO100