Buenas amigos!, lo que hoy os traigo es tremendamente característico en Madeira, una orografía llena de desniveles que favorece una diversidad de climas en escasa superficie. En ocasiones no hace falta moverse un metro para observar lo despejado que está la parte del mar y simplemente girando la cabeza hacia el otro lado contemplar la acumulación de agrisadas nubes tropezando contra las montañas que escoltan abruptos acantilados. Un placer para la vista dado que se producen contrastes de luz increibles. Aquí os traigo una muestra. La toma la hice sin trípode ni filtros, a pulso con el tele. A ver si os gusta y no perdáis oportunidad de pasaros por Madeira si disponéis de la oportunidad. Saludos.
f5,6 1/250s ISO100 104mm
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